Mientras miraba las imágenes y video del incendio de Notre Dame en Paris lo único que podia pensar era las veces que no entré en ella. Pensaba en las oportunidades que deje pasar.
La belleza de Paris
El primer semestre del 2014 lo viví en Paris. Pienso en ese tiempo y me parece que fue un sueño. Viajar a Paris es impresionante, pero vivir a Paris enamora. Yo tuve la gran suerte y fortuna de vivir la luz de Paris. Pero a pesar de vivir allí, nunca entre en la Catedral Notre Dame.
La Ciudad de Luz es inspiradora y su belleza es cautivante. Más el supremo símbolo de la belleza de Paris se refleja en su dama. Basta estar frente a ella para apreciar todo su esplendor.
Las oportunidades que deje pasar
Durante mi vivencia en Paris hubieron 2 cosas que no alcance hacer: 1) Subir a la Torre Eiffel y 2) Entrar a la Catedral de Notre Dame. Parte de la magia de ambas atracciones es la impresionante vista de la ciudad desde sus puntos mas altos. Más, me atrevo a decir que es el diseño y construcción de ambas lo que las hace especial. En el caso de la Dama de Paris, su estilo gótico trascendió la historia.
Mi lamentación
Aunque visite estos lugares un numero de veces, nunca hice planes para entrar en ellos. Solo alcance a admirarlos desde afuera. Es por eso que al ver las imágenes del incendio de la catedral me lamente. Lo único que podia pensar era cuantas oportunidades de entrar yo deje pasar. No aproveche esas oportunidades.
Naturalmente debido al incendio de Notre Dame, me nació una pregunta: ¿Cuantas oportunidades de entrar a Notre Dame deje pasar? Tuve que ir al baúl de mis recuerdos: mis fotos, para rescatar una respuesta. Por lo menos en tres ocaciones me detuve a fotografiar la magnificencia de Notre Dame, aunque no entre en ella.
1 de marzo del 2014:
7 de junio del 2014 durante un paseo por el Seine
Yo suelo pensar que en mi proximo viaje a Paris, lo primero que haría es subir en la Torre Eiffel y entrar en la Catedral de Notre Dame.
Reflexión
Al recordar las veces que no entré en Notre Dame, medité un poco en las oportunidades que todos dejamos pasar.
Suerte que Notre Dame no fue destruida completamente. No obstante, hasta que no sea restaurada y yo logre visitarla, para mi representará una oportunidad que no aproveche. Mientras vivía en Paris, repetidamente yo pensé “otro día” o “el proximo fin de semana” visitaré la catedral. Hasta que fue demasiado tarde y se me agotaron los dias de vivir en Paris.
La realidad es que de la misma manera muchos viven con la esperanza del eterno mañana. Personas que dependen de “mañana” para empezar las cosas. Peor aun son los que esperan al lunes para empezar todo. Aunque la Biblia nos advierte que el mañana no es garantizado, jugamos con la tentación de dejar para mañana lo que pudiéramos hacer hoy.
No presumas del día de mañana, pues no sabes lo que el mañana traerá.
Proverbios 27:1 DHH
No esperes más
Mi pregunta para ti es: ¿Que esperas?
¿Qué esperas para hacer eso que necesitas y quieres hacer?
¿Qué esperas para aplicar a ese trabajo?
¿Qué esperas para empezar un estilo de vida saludable?
¿Qué esperas para hacer las paces con ese ser querido?
¿Qué esperas para declararle lo que sientes a esa persona?
¿Qué esperas para comprar el boleto de viaje?
¿Qué esperas para empezar ese negocio?
¿Qué esperas para pedir perdón?
¿Qué esperas para servir a otros?
¿Qué esperas para pedirle que vaya a tomar un cafe contigo?
¿Qué esperas para escribir el libro?
¿Qué esperas para reconciliarte con Dios aceptando a Cristo como salvador?
¿Qué esperas para empezar a estudiar?
¿Qué esperas para terminar la carrera que ya habías empezado?
¿Qué esperas para asistir a una iglesia?
Aunque la espera sea necesaria para cumplir algunos sueños, la espera no debe ser una excusa para dejar pasar las oportunidades.
No esperemos una catástrofe para actuar o recapacitar. La mayor oportunidad que dejas pasar cuando no actúas es: el presente.
La vida nos brinda tiempo. Aprovechémoslo.
Aprovechemos las oportunidades. Aprovechemos el hoy.
Si encontrar pareja es como buscar trabajo, entonces debemos aprovechar las oportunidades.