¿Y Si No Eres Tú el Problema? La Otra Cara de la Soltería

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La soltería a menudo se ve como una situación que hay que escapar, algo que está “mal”, un vacío que necesita ser llenado, especialmente para las personas mayores de 30 años.

Recientemente, me encontré con una publicación sobre mujeres solteras mayores de 35 años. Esta sugería que ir al psicólogo era “necesario” para aquellas que no habían tenido una relación a esa edad. Si bien la terapia puede ser una herramienta poderosa para la sanación y el crecimiento personal, este tipo de consejos necesita una reflexión más profunda, sobre todo en cómo se perciben en diferentes contextos culturales.

Al leerla, comencé a reflexionar sobre algo más profundo: cómo las conversaciones sobre relaciones, crecimiento personal y sanación pueden variar drásticamente entre diferentes culturas, especialmente entre las comunidades de habla inglesa y las de habla española.

La Complejidad de la Soltería y la Necesidad de Matices

En los entornos de habla inglesa, ha crecido el reconocimiento de las complejidades involucradas en la vida adulta, especialmente cuando se trata de la soltería y las relaciones. La salud mental y el bienestar emocional se han convertido en temas centrales, y cada vez más personas están estudiando los cambios en los comportamientos sociales, las presiones sociales y cómo estas impactan nuestras decisiones sobre las relaciones. Las investigaciones muestran que los hombres, en particular, están quedándose atrás en áreas como la inteligencia emocional, la educación y la conciencia de la salud mental. Estos hallazgos están impulsando conversaciones sobre la soltería que van más allá de simplemente “arreglar” a las personas y se centran más en entender el por qué detrás de las decisiones que las personas toman, incluyendo la decisión de permanecer solteros.

Este tipo de diálogo crea un espacio para que las personas reflexionen sobre sus propios viajes sin la carga del juicio externo. Para muchas personas, se trata de reconocer que la vida no tiene un guion universal. La terapia no es un indicador de que algo esté “mal” contigo; es una herramienta para el entendimiento y el crecimiento. Los mensajes sobre la soltería son más matizados, reconociendo que es una fase de la vida que puede necesitar sanación, introspección o, a veces, simplemente la libertad de esperar al momento adecuado.

Sin embargo, cuando miramos a los entornos de habla española, particularmente en las culturas latinoamericanas, a menudo encontramos una narrativa diferente. Aquí existe una expectativa de conformidad más fuerte, un plazo rígido para los hitos de la relación, y cuando alguien no encaja en ese molde, el juicio generalmente sigue. Esto es especialmente cierto para las mujeres, quienes a menudo se ven presionadas a casarse y formar una familia a una edad temprana. Si estás por encima de los 30 o 35 años y sigues soltera, rápidamente te encuentras etiquetada como “problemática”, “difícil” o “exigente”. La pregunta de por qué alguien sigue soltero rara vez se aborda con empatía o una exploración más profunda de las circunstancias de la vida. En cambio, se convierte en un punto de chisme y crítica.

El Juicio y la Presión para Conformarse

En muchas culturas latinoamericanas, hay un énfasis fuerte en las estructuras familiares tradicionales y la idea de que el matrimonio y los hijos son fundamentales para el cumplimiento personal y la aceptación social. Cuando alguien no está casado o en una relación a una edad determinada, la suposición generalmente es que ha fracasado o está “rezagado”. Este juicio, desafortunadamente, hace que las personas sientan que deben defenderse o justificar sus elecciones de vida.

En un contexto cultural como este, la idea de que la terapia podría ser “necesaria” simplemente porque alguien sigue soltero después de los 35 años lleva mucho peso. Se siente como una acusación, como si tú fueras la culpable, no el mundo que te rodea. Y esto no solo se trata de relaciones individuales; se trata del fracaso de la sociedad para aceptar diversas trayectorias de vida y la culpa que muchas personas solteras sienten como resultado. Es fácil ver por qué una publicación como la mencionada podría resonar en estas culturas, a pesar de sus fallos.

La realidad es que hay muchas razones por las cuales alguien podría seguir soltero a los 35 años: desde metas personales, ambiciones profesionales, hasta simplemente estar en una temporada de espera por la persona adecuada. Para muchas personas, ser soltera no es un castigo; es una elección, una temporada de preparación o un viaje de sanación. La terapia podría ser útil para alguien que ha sido herido o traumatizado, pero sugerir que la terapia es necesaria simplemente debido a un estado civil no tiene en cuenta la totalidad de la historia de una persona. Simplifica una experiencia compleja y profundamente personal.

La Diferencia en la Conversación de los Países de Habla Inglesa

En las culturas de habla inglesa, está teniendo lugar una conversación más amplia sobre el por qué detrás de la soltería. Cada vez más personas reconocen que no estar en una relación no significa automáticamente que haya algo mal contigo. De hecho, muchas personas eligen quedarse solteras mientras se enfocan en su crecimiento personal, metas profesionales o sanación de traumas pasados. Algunos incluso están abogando por una visión más saludable de las relaciones, una que no presione a las personas a emparejarse solo porque han alcanzado una edad determinada.

A medida que esta conversación evoluciona, vemos un cambio hacia el crecimiento personal, donde se alienta a las personas a vivir sus mejores vidas independientemente de su estado civil. La terapia ya no se ve como algo que se hace cuando estás “roto”, sino como una herramienta para cualquiera que desee crecer y comprenderse mejor. Este enfoque ayuda a las personas a replantear sus vidas con más empatía, menos vergüenza y más espacio para la individualidad.

Cerrando la Brecha: Lo que Podemos Aprender unos de Otros

Aunque el mundo de habla inglesa pueda estar un paso adelante al discutir la salud mental y los matices de la soltería, también debemos reconocer que las culturas latinoamericanas tienen sus propias fortalezas — como el énfasis en los lazos familiares cercanos, la comunidad y la fe. Sin embargo, lo que ambas culturas necesitan es un entendimiento más profundo de la diversidad de trayectorias de vida y la importancia de los matices en las conversaciones sobre relaciones.

En los contextos de habla inglesa, hay un empuje para que las personas redefinan el éxito según sus propios términos, y lo mismo podría ser valioso en las culturas latinoamericanas. En lugar de prescribir una línea de tiempo universal para las relaciones, necesitamos crear espacio para que las personas vivan sus propios viajes, libres del juicio social.

Es hora de que todos — independientemente de nuestra lengua o cultura — empecemos a llevar las conversaciones con empatía, gracia y un entendimiento más profundo de los caminos únicos que cada persona está recorriendo. La soltería no tiene que ser un estigma, ni significa que algo esté mal contigo. Simplemente significa que tu historia se está desarrollando a su propio ritmo — y eso está bien.

Conclusión

Hagamos espacio para los matices en la forma en que hablamos sobre relaciones y soltería. La terapia puede ser una herramienta hermosa para el crecimiento, pero no hagamos de ella la única respuesta para las personas que no encajan en las expectativas sociales. Ya sea que estés en un entorno de habla inglesa o española, recuerda: Tu valor no está definido por tu estado civil. Abraza tu viaje con gracia, y confía en que el tiempo de Dios es perfecto, sin importar en qué momento estés.

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